Declaraciones Ciclo BB No Olvida

Declarando de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca (Exp. HCD-160/2015 y HCD-226/2014)

Declarado de Interés Legislativo por la Honorable Cámara de Senadores de la Pcia. de Buenos Aires (Exp. F 94 2015 - 2016)

Declarado de Interés por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (Exp. 1795-D-2015)

Declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación (Exp. N°6614/2016)

martes, 13 de mayo de 2014

EL CANTOR DE MI PUEBLO en el Ciclo Remembranzas: OSVALDO ROJAS

Osvaldo Rojas en el Teatro Municipal de Bahía Blanca
El próximo sábado 17 de mayo a las 21,30 hs el cantor Osvaldo Rojas se presentará en el Café Histórico de nuestra ciudad (Av Colón 602), en la segunda entrega del Ciclo de Tango “Remembranzas” producido por José Valle para Dandy Producciones y su nutrido proyecto “Bahía Blanca NO Olvida”.
Se trata de la reaparición en escena del reconocido vocalista después de larga ausencia, ofreciendo su espectáculo “El cantor de mi pueblo”, una muestra de sus mejores canciones junto al Trío Arrabal Amargo, con el preámbulo de Juan Carlos Deambrossi quien ofrecerá páginas tradicionales de la música ciudadana.
Osvaldo Rojas nació en Rosario, provincia de Santa Fe y allí hizo sus primeras armas con el tango en la Orquesta de Julio Conti. Trasladado a la Base Naval Puerto Belgrano para realizar el servicio militar, se aquerenció con Bahía Blanca y jamás la abandonó. Participó inicialmente de la orquesta Típica Buenos Aires de Punta Alta dirigida por el Sub-Oficial Roberto Morel y luego con la Típica Martínez-Meloni (donde el querido “Gallego” Martínez oficiaba de bandoneonista, director y arreglador). Más tarde llegaría a las formaciones de Mario Grossi y Lucio Passarelli, y sería acompañado por Volpe y las guitarras “Bahía Trío” y “El Cuerdazo”. 
Juan Carlos Deambrossi
Rojas fue compañero de escenario de Roberto Achával, cuando éste aún era conocido como Cacho Randall y se desempeñaba en la orquesta de Luis Bonnat como violinista. El primer encuentro sucedió en los tradicionales carnavales que se realizaban en el Salón de los Deportes. La noche forjó entre ellos una sincera relación que se prolongó hasta la llegada de “Cacho” a Buenos Aires donde compartieron noches de trabajo y bohemia en ocasiones que Rojas visitaba como invitado los boliches de tango porteños.
Osvaldo no sólo se dedicó a cantar sino que ofició de productor de espectáculos tangueros desde su peña “Mi Botica” (Darregueira y Av. Colón) donde los cantores de Buenos Aires que recalaban en la ciudad tenían cita incondicional.
Rojas sumerge al oyente en un repertorio poco “fatigado” donde las imágenes trasladan a un territorio en el que el aroma de glicinas y malvones y un cielo nocturno poblado de estrellas invaden el barrio del recuerdo, transido de melancolía. Paul Gaughin, el gran pintor del post impresionismo francés decía metafóricamente: "Cierro los ojos para ver". Así puede escucharse a Rojas y ser transportado a un tiempo adolescente, romántico y dulzón. Su voz no es especialmente caudalosa, su canto es espontáneo y sin adornos, con la única pretensión de comunicar los sentimientos más entrañables. Osvaldo supo crear y perfeccionar un estilo sobrio e intimista, muy personal engalanado por su gran prestancia frente al micrófono: esbelto, respetuoso y elegante.

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